jueves, 12 de septiembre de 2013

Gobierno y Conducción

¿Es una Práctica Ética la Negociación Salarial?

Por Fernando Esteban Passarelli

Dentro de las estrategias competitivas tradicionales, más allá de cuan intensiva sea la mano de obra utilizada el costo del salario es un componente esencial, pero ¿es una práctica ética la negociación salarial?

Hace ya varias décadas que la academia y la empresa demandan una revisión de expresiones tales como "recursos humanos", ya que las personas merecen un trato que no debería jamás ser similar a aquel que se le brinda a los recursos.

Otras expresiones como "capital humano", pretenden corregir el enfoque aunque para algunos tampoco refleja cabalmente la noción del trato que merecen las personas. 

Pero más allá de las expresiones, muchas empresas están revisando la gestión de personas bajo enfoques de gestión responsable, buscando reducir a su mínima expresión posible los impactos negativos sobre su público interno, y si fuera posible (y siempre lo es), generar un impacto positivo que estimule a promover equipos de alto rendimiento.

Si las personas no son recursos, y por consiguiente merecen un trato muy diferente, ¿es lógico sentarse a negociar salarios con los empleados?

Un colaborador que trabaja para una empresa aporta una porción muy significativa de su vida no sólo en dedicación horaria, sino también en saberes, en contactos y en expectativas propias y familiares.  

Existen dos tipos básicos de negociación. Aquella tradicional de trade-off, que se expresa en la idea de que aquel que gana lo hace a costa de todo lo que el otro pierde. El otro tipo, es el que busca la manera de "agrandar la torta", para que la porción que a cada uno le toque sea más generosa.

Sería esperable que antes de hablar de plan de beneficios extrasalariales, la empresa definiera bajo parámetros más o menos objetivos, qué está dispuesta a pagar en cada rol y evite por todos los medios "ahorrar costos a costa de salarios", porque si no lo hace, más tarde o más temprano la contraprestación se verá gravemente afectada y su competitividad, también.

       


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