Nota de Opinión
Las prácticas compensatorias, ¿son
socialmente responsables?
Por Fernando Passarelli
El propósito de este artículo no
es que su autor brinde una respuesta a esta pregunta y luego ofrezca un
argumento buscando convencer a los lectores, sino más bien colocar la cuestión
bajo análisis para esclarecer la mirada de los tomadores de decisiones
empresariales.
Numerosas empresas desarrollan
acciones con responsabilidad pero también pueden generar impactos no deseados
en distintos públicos que son clave para su actividad y en el medioambiente en
que se desenvuelven.
Algunas de ellas optan por
repensar su desempeño en forma integral. Otras, prefieren generar prácticas
compensatorias para buscar cierta neutralidad entre el impacto que generan y
los beneficios que suponen dichas prácticas.
No podría decirse que aquellas
actividades que las empresas realizan en la periferia de su actividad principal
sean ilegítimas, pero, ¿no deberían a la vez revisar sus desempeños centrales para
mejorarlos y asegurar que los impactos de los mismos se reduzcan a su mínima
expresión posible?
Ciertamente, compensar remediando
es mejor que negar el problema o nuestra participación en el mismo, pero mejor
que remediar es prevenir y es allí donde los líderes empresariales pueden
ejercer un rol activo superador: el enfoque preventivo.
Existen negocios controversiales
por naturaleza en los que el cumplimiento o no de la ley imperante surge como
criterio para su aceptación o su desaprobación social. Otros que están basados
en tensiones estructurales difíciles de resolver.
Para estos casos, cuando se
intentan generar iniciativas de compensación sin siquiera repensar la
estrategia, las mismas pueden volverse un bumerang para las compañías que optan
por transitar estos caminos.
Si una empresa comercializa un
producto comestible que afecta negativamente la salud, los consumidores
comienzan a demandar que revise los atributos de dicho producto para mejorarlos
antes de que dicha empresa genere una campaña de voluntariado con la sociedad
para mejorar escuelas de la comunidad.
Si otra compañía paga salarios
decididamente bajos, ¿sería razonable que implemente planes de beneficios
extrasalariales para fidelizar a sus colaboradores?
Por último, si una empresa genera
impactos negativos en el ambiente y la comunidad, ¿debería dedicarse a acciones
vecinales destinadas a mejorar su licencia social para operar?
Y no es que una campaña de
voluntariado con la sociedad para mejorar escuelas, o implementar planes de
beneficios extrasalariales para fidelizar a sus colaboradores, o las acciones
vecinales destinadas a mejorar su licencia social para operar esté mal.
Solo se espera que las empresas y
sus conductores adopten enfoques estratégicos y no tácticos a la hora de ganar
confianza de sus públicos clave, sin la cual, sus posiciones de mercado serán
puestas en riesgo.
Finalmente, será la coherencia el
factor clave que asegurará la sustentabilidad empresaria en sociedades que
exigen cada vez más evidencias de que los negocios y el bien común pueden
convivir en un mismo ámbito.